martes, 12 de agosto de 2008

recontra snif, mi brutal chavalita

El sábado asistí después de muchos contratiempos, que no tuvieron que ver con el tequila, a la fiesta mencionada en el post anterior. Me divertí porque quise y no porque fuese una fiesta. Lo pasé extrañamente bien, a pesar del consumo de cerveza del cual nunca fui partidaria.

Desde casa, me sentía un poco mal. Pensé que ya pasaría, pero no pasó. Llegué a casa alrededor de las 4am y encontré a una amiga mía durmiendo en mi cama (parece que por acá también lo pasaron bien... lo cual es raro sin mí -jaja-), me dijo cual esposa "éstas son horas de llegar?" a lo que yo, entre risas le dije "arrímate nomás y shh". Me deshice de los audífonos, las tabas y la chompa y por fin caí cansada a su lado.
Demonios, mi televisor! Se encendió por la mañana y tuve que, a pedido de ella, bajar y abrirle la reja (siempre es un encanto despertar a su lado... excepto cuando me despierta!!!). Se fue a las 8 de la madrugada y yo regresé a dormir hasta mediodía. Sí, cansada estaba. Al levantarme y almorzar/desayunar me di cuenta que la cosa quería empeorar. De poco me sirvió la vacuna contra la gripe, ya lo empezaba a sentir: el resfrío se acercaba.

Y no me equivoqué, resfriada estoy. Pero ese domingo por cuestiones de la vida y videos que no terminan de llegar, me quedé hasta cerca de la 1am en la computadora. Error. Con frío llegué a mi habitación y de frío no pude dormir. Las clases del día siguiente hicieron que me levante 'temprano' muy a pesar de mi sueño, me bañe muy a pesar del frío y salga muy a pesar de mi desayuno.

Después de muchos pesares y de llegar casi tarde a clase, me encuentro en la cafeta a la hora del almuerzo bebiendo té. La cabeza me dolía menos, pero ya no sabía si era por el frío y mi descuido al vestirme, el simple/complejo resfriado o la clase de histología que dejó OUT a toda mi mesa.

Ya no tenía fiebre, quería estudiar y manu me arrastra a su casa con ara, voy y lo único que hago ahí es tomar té con limón. Preparado por yo o preparado por él. Ese pinche día me entero que hay clase de 6 a 8.. dejo la universidad 8.39 y voy a casa. Dristán caliente, caliente (siempre me gustó ese jingle) y duermo alrededor de la media noche.

Mi sueño es interrumpido, no sé si por el resfrío, por cuestiones femeninas o simplemente porque ya no tenía nada bonito qué soñar. Empiezo a timbrar celulares, despertando gente, respondiendo mensajes. Misery loves company y si yo estaba despierta 4am, el mundo también debía estarlo.


Y, siento que extraño esa idea de compañía que me dabas aunque físicamente estés lejos de mí.
Não posso dormir. Tu roubas a minha paz.

1 comentario:

VERDE dijo...

"muy a pesar de mi desayuno." "Dristán caliente, caliente."

Uno se da cuenta de que por el mundo hay contextos muy iguales a otros rondando por aquíii... por allaa...