La que no quiere nada con el tipo, nada más que su pura amistad, pero lo busca, lo re-busca, quiere que él siga enganchado con ella, lo usa alguna noche en la que está sola (por bitch), alguna madrugada y luego...
Esa es LA Bitch, inocente paloma, la de la carita angelical, la que no quiere perder al amigo con el que alguna vez pasó algo aunque fuese sólo 3 días... ó 10. Y le agradece lo estupendo que es él con ella, como con niguna otra, para que él, idiotizado, crea que ella es única, es especial; En otras palabras, para que no crea que es sólo su patética personalidad la que lo hace actuar de una u otra manera con ella... y con varias más. La idealiza.
Se idiotiza.
Ella pues, la de las ganas ocasionales, la que piensa que ese hombre es para sacarla del apuro, la que decidió alejarse (es por su bien), la que le dice amigo de vez en cuando para que no se ilusione el pobre, la de las excusas inventadas para no estar con él. Porque no es su culpa, no, no es por ella, los dioses simplemente se han confabulado para que eso no vuelva a suceder.
Entonces ese él sigue enganchado, cree que algún día los dioses verán que sí le importa, que no es un hombre más que sólo quiere lo que no puede tener (y bien que puede con un trago o dos), espera pacientemente que ella lo salude, o lo hace él. Total, ¿qué más da si son amigos?
ÉL:un pobre idiota que no se da cuenta que todas las mujeres llevan una bitch por dentro, sobre todo ella: su dulce obsesión.
Un reencuentro, pensamientos y para adelante
Hace 1 año